lunes, 28 de enero de 2019

El queso de nabiza, una opción para los sibaritas


Foto de Faro da Palloza - farodapalloza.


Galicia se caracteriza por la producción de quesos de calidad, sobre todo de leche de vaca pero también de cabra. La denominación de origen Arzúa-Ulloa, que da cobertura a los quesos que se producen en estas dos comarcas del centro de Galicia, a caballo entre las provincias de Lugo y A Coruña. En los últimos años, los productores de la zona han querido poner en valor recetas tradicionales que hasta entonces no habían trascendido del lugar de origen.

El denominado queso de nabiza es una de las especialidades de la zona, y se denomina así porque se cura durante la época de los nabos (diciembre-marzo). Esta es una posibilidad para quien quiere comer un queso curado más consistente. El resultado es un queso curado durante 4 meses con una textura dura que se diferencia del resto de los productos que se producen en la comarca. Aunque hasta hace poco era el gran desconocido de la gastronomía de la zona, ha ido tomando posiciones hasta convertirse en uno de los productos estrella para los amantes del queso. La mayoría de queserías de alto nivel del país ya lo incorporan en su catálogo. 

Los quesos de nabiza son sabrosos, ácidos y tienen un toque a frutos secos que resulta muy interesante para quien lo prueba por vez primera. Si te apetece poner algo diferente en tu mesa, esta es una opción interesante. Además, recuerda que te va a llegar la mercancía a través del transporte refrigerado. Probablemente, este es uno de los ejemplos de producción artesanal más interesantes que ha dado Galicia. Los quesos de Artelac son una opción para los amantes de esta preparación, con todas las garantías.

Si quieres comprar un queso de calidad, estás de enhorabuena porque en Faro da Palloza hemos incorporado esta referencia. Te animamos a que te pongas en contacto con nosotros para conocer mejor pesos y precios. 

Fuente de la imagen: Artelac (quesos Arzúa-Ulloa).

lunes, 14 de enero de 2019

La Cuaresma, o cómo hacer dieta por preceptos religiosos



Una de las ventajas de la sociedad industrializada es la abundancia de alimento, entendida como la posibilidad de comer lo que se nos antoje cuando lo consideremos conveniente. Sin embargo, hemos de decir que esta circunstancia es relativamente reciente.

Antaño, los preceptos religiosos tenían la función de ser útiles y complementar las necesidades prácticas. No ha de extrañar que el cerdo esté prohibido en la religión islámica por su potencial peligro para la salud en los países árabes durante el siglo VII.

En el caso del cristianismo, la principal prohibición es la de consumir carne. Actualmente, está vedado su consumo los viernes de vigilia durante la Cuaresma, aunque la mayoría de los católicos solo cumplen de forma estricta el Viernes Santo. La Iglesia Católica también recomienda el ayuno durante esta época, de manera que hablamos de siete semanas de austeridad destinadas a la reflexión.

El calendario gastronómico ha estado regulado por los preceptos religiosos. Por ejemplo, antes de la Cuaresma había una jornada de empacho general, el denominado Jueves Lardero en el que se podían degustar todo tipo de viandas del cerdo. Otro momento indicado para los excesos gastronómicos es la Navidad y, tradicionalmente, el domingo ha sido un día para hacer comidas especiales. Por lo tanto, no ha de extrañar que hubiese una época del año destinada a la austeridad y a reequilibrar los excesos que se cometían en otras fechas (aunque pocos pudiesen cometerlos, es cierto). 

En consecuencia, y aunque hoy estemos viviendo en una sociedad laica, lo cierto es que la Cuaresma sigue teniendo peso en los hábitos gastronómicos de gran parte de la población, de ahí que recetas como el potaje de vigilia o los pestiños se hayan convertido en clásicas de esta época. Si quieres comprar ingredientes de calidad, te animamos a que te des una vuelta por la web de Faro da Palloza. Seguro que sacas ideas interesantes.

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/en/fast-great-lent-catholic-78493/

lunes, 7 de enero de 2019

El invierno, tiempo de cocido



El invierno es el tiempo de los cocidos y, aunque con variaciones según el lugar, su consumo está generalizado en toda España. Tradicionalmente, el cocido ha coincidido con la época de matanza y con la necesidad de comidas más contundentes debido al frío. En casi toda España hay versiones de cocido: cocido gallego, maragato, lebaniego, montañés, morañego, escudella i carn d´olla, cocido madrileño, fabada asturiana, puchero o potaje.

Los dos protagonistas principales del plato son las carnes y, en algunos casos, las legumbres que se añaden. En función del territorio, las carnes que se utilizan pueden variar. Aunque el protagonista absoluto es el cerdo, del que como dice el refrán, "se aprovechan hasta sus andares", hay otros productos que se podrían degustar. Por ejemplo, en algunos cocidos como la escudella i carn d´olla, típico de Catalunya, se incluyen carnes de ave, cordero y de ternera. En el caso del cocido madrileño, se toman legumbres, concretamente garbanzos, y se enriquecen con carne de ternera, cerdo y ave

El cocido gallego toma como base la carne del cerdo. Se come la cachucha, la oreja, el lacón, el tocino y el espinazo. Por otra parte, se comen grelos, garbanzos y patata cocida. Finalmente, se añaden chorizos de temporada que le dan un toque distinto. Para esta comida con un alto componente calórico es ideal el vino tinto; un mencía puede cumplir su cometido con garantías. Hay una fecha ideal para degustar este plato, los días del Carnaval. Si, además, aprovechas para comer unas orellas de Entroido de postre, tendrás la combinación perfecta. 

Si quieres comprar un producto de calidad, en Faro da Palloza disponemos de productos cárnicos de la máxima calidad para que puedas preparar tu cocido en tu casa o negocio. Te animamos a que visites nuestra tienda para conocer todas las posibilidades a tu alcance. 

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/en/chorizo-bbq-barbecue-food-grill-2520109/

martes, 1 de enero de 2019

La espardeña como alimento versátil



Hemos hablado en artículos anteriores de la espardeña como alimento sabroso. En este caso, te vamos a explicar de qué manera la puedes cocinar para sacarle el máximo partido a tus preparaciones gastronómicas. El caso de la espardeña es el de un producto que, por estar poco valorado, no ha explotado al máximo todas las posibilidades de elaboración hasta hace bien poco. Fuera de Catalunya, ha sido una auténtica desconocida hasta los años 1990.

Tradicionalmente, la espardeña se consumía como complemento de los arroces. No hay que olvidar que las espardeñas eran un descarte que no se solía vender en las lonjas y que los pescadores se repartían, de manera que eran parte de su alimentación cotidiana por pura necesidad. De hecho, el arroz con espardeñas es una de las recetas icónicas. Por lo tanto, se imponía la cocción a fuego lento y era un complemento más, de la misma manera que lo podían ser las gambas o las cigalas.

En los últimos años, ha aparecido otra opción interesante: consumir la espardeña cocinada a la plancha y con un toque de limón. Algunos amantes de la gastronomía se han animado con esta técnica y la están  Otra variable que puedes contemplar es la de cocinar la espardeña a la plancha, trocearla y comerla como complemento proteico de una ensalada verde a la que puedes añadir lo que más te apetezca.

Como puedes ver, son muchas las opciones que hay a tu alcance y la principal condición es que puedas contar con una materia prima de la máxima calidad que no desmerezca el conjunto. Esto es, precisamente, lo que te podemos ofrecer en Faro da Palloza, un producto fresco y en tu casa en 24 horas. Contacta con nosotros y te daremos más detalles de todas las opciones de que dispones.

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/en/paella-rice-food-party-spain-199394/